domingo, 23 de octubre de 2016

UOE. 50º ANIVERSARIO. POR TIERRA Y POR MAR X.





LA UNIDAD DE OPERACIONES ESPECIALES (UOE)
DE LA INFANTERÍA DE MARINA. 1966-2016
Presentar la historia de la UOE necesitaría un trabajo de mas profundidad que una entrada en un blog, pero la celebración del 50º Aniversario de su creación, cuando todavía resuenan los ecos de los actos del Aniversario, demanda dedicarle estas líneas para recordar a esta emblemática y singular Unidad del Cuerpo de Infantería de Marina y, en especial, a todos cuantos sirvieron en ella. En vista de que escribir historia es elegir, esta entrada es solamente una síntesis histórica que pueda atraer la atención de aquellos que conocen bien este asunto; también de los antiguos "Boinas Verdes" que puedan tener  una visión parcial de los recuerdos de su estancia en la Unidad y de los que pudieran acercarse a este asunto con curiosidad. 
En consecuencia, estas líneas se concentran en identificar las fases que caracterizaron la evolución de la Unidad; en como obtuvo sus capacidades más significativas y que obstáculos encontró en su evolución, con el convencimiento de que sin análisis crítico no se puede explicar el pasado. 
En esta entrada se trata la historia de la UOE sin destacar en particular a ninguna persona que haya servido en ella, a pesar de que  muchos hicieron una contribución sustantiva, pero todos y cada uno colaboraron a darle el prestigio de que gozó. Pero es de justicia citar a su primer Capitán, Don Julio Yáñez Golf, quien supo inculcarle un espíritu que perduró durante casi medio siglo, y sin cuyo empuje y determinación la UOE no hubiera llegado a consolidarse. 

1. LA FASE FORMATIVA
La historia de la UOE se puede dividir en tres etapas: una primera, o Fase Formativa, que va de 1957 a 1970; una segunda, o Fase de Consolidación, de 1970 a 1996;  y una tercera o final, o Fase de Plenitud, que va de 1996 a 2009.
La Fase Formativa se caracteriza por los esfuerzos de avanzar en la obtención de una capacidad orgánica de Operaciones Especiales, pero para entenderla bien, conviene recordar primero en qué ambiente fructificó la idea de constituir una Unidad de Operaciones Especiales.
Es sabido que en 1931 la República disolvió el Cuerpo de IM, siendo restablecido durante la guerra por ambos bandos combatientes. Al concluir la guerra, una Ley de 1940 reconoce en su preámbulo que "...(la Iª de Mª) no evolucionó al ritmo de las necesidades de la Armada, encontrándose en el momento actual con una gloriosa historia, pero sin misión definida".  En vista de lo cual, en un alarde de imaginación del legislador que deja sin aliento, el Artículo 1º le asigna la misión de, "dar con su irreprochable presencia la tónica militar destacada en buques y dependencias...", añadiendo también la  de guarnición de Arsenales y centros en tierra, el manejo de ametralladoras pesadas y ligeras de la defensa antiaérea, y la defensa pasiva.
Sorprende ver como la Armada de esa época  carga  sobre la Infantería de Marina su propia incapacidad de dotarla de una organización y misión adecuada. Hubo que esperar hasta 1968 para que, interiorizando las lecciones de la Segunda Guerra Mundial -terminada 23 años antes- la Infantería de Marina recibiera una misión digna y propia de una Armada con ambición.
El General Gamundi, que vivió aquella época, afirma en su libro "El retorno del Fénix", que no le gustaba lo aprobado, y pensaba: "...arranquemos así, con esa misión, que ahora es la que necesitamos...después ya corregiremos"... Evidentemente, como refleja el General, el Cuerpo no estaba satisfecho con aquella misión, de manera que a comienzos de los años 50, comienza a madurar un espíritu de transformación que materializara la vocación de fuerza para la proyección del poder naval en tierra, y en ese ambiente surgen por iniciativa de  entusiastas oficiales en  1952, la Compañía de Escaladores en el Tercio del Norte  bajo la inspiración del Capitán D. Alfredo Díaz del Río Darnell, o en 1953 la Unidad de Zapadores Anfibios en el Tercio de Baleares, con el Teniente D. Antonio Gorordo Alvarez, comenzando así las primeras experiencias en el campo de las Operaciones Especiales.


En 1953 el Acuerdo de Cooperación con los EEUU proporcionó la ocasión de dotar a la Armada con una incipiente capacidad anfibia y  a la vez materializar la transformación de la Infantería de Marina con la llegada de material, doctrina y procedimientos para realizar operaciones anfibias. Así, en 1957  se crea el Grupo Especial de Infantería de Marina, en el que se integran la Compañía de Escaladores Anfibios y una Sección de Zapadores Anfibios, lo que marca el momento culminante de la Fase Formativa de la UOE.

Unos años después, en septiembre de 1966, tras propuesta del capitán Yáñez Golf, con su característico empuje y entusiasmo, se organizó y comenzó su adiestramiento una Compañía de Operaciones Especiales  sobre la base de la de Escaladores Anfibios, teniendo por lema "soy capaz".

2. LA FASE DE CONSOLIDACIÓN
Con la reorganización del Cuerpo de IM de 1968 se crea el Tercio de Armada, en cuya Agrupación de Desembarco (AD) se encuadra en 1970 la Compañía de Operaciones Especiales, ya con la denominación de Unidad de Operaciones Especiales (UOE), que ahora entraba en su Fase de Consolidación, en la que avanza en la obtención de todas las capacidades necesarias y en la elaboración de Tácticas, Técnicas y Procedimientos. La unidad se dota con una Plana Mayor; una Sección de Reconocimiento y Asalto; una de Escaladores Anfibios; y otra de Zapadores Anfibios, además de una Sección de Capacitación; en esta Fase comienzan a denominarse Estoles a sus Secciones.
El encuadramiento en la AD no facilitaba la evolución de la UOE, que tenía especiales necesidades que demandaban experimentación e innovación, pues en el TEAR tenía dos niveles orgánicos superiores, lo que hacía que tanto la Plana Mayor de la AD como el Estado Mayor tuvieran la posibilidad de impulsar o poner obstáculos a las propuestas de la UOE, cosa que sucedía a menudo, aunque también hubo honrosas excepciones, sobre todo a partir de que oficiales procedentes de la UOE ocuparon estos puestos.
A falta de una doctrina específica de OE, el Sistema 112 asignaba a la UOE la responsabilidad de mantener equipos de especialistas permanentemente adiestrados y preparados para una serie de cometidos genéricos, como: incursiones, reconocimientos, destrucciones, sabotajes, enlaces con guerrilleros y captura de prisioneros, que requerirían precisarse en el futuro. Esto supuso un esfuerzo normativo para elaborar las tácticas que definieran y desarrollaran las capacidades y lograr así la consolidación orgánica y operativa de la Unidad.
La clave de bóveda de la estructura normativa era la doctrina aliada para operaciones anfibias ATP 8 y sus publicaciones derivadas, bajo cuya inspiración y algunas del USMC se comenzó la redacción de la RIM "Reconocimiento" que cubría aspectos como los reconocimientos inmediato, a distancia y en profundidad, que la UOE realizaba hasta que se crearon las secciones de reconocimiento de los Batallones de Desembarco.
Las técnicas y procedimientos operativos fueron a la vez el objeto de otro esfuerzo para redactar y sancionar el empleo de las plataformas de inserción navales y aéreas. Además se contribuyó a la presentación de requisitos operativos para modificaciones de patrulleros y submarinos. De esta forma surgieron las publicaciones para las Operaciones con buques de superficie, con submarinos, helicópteros y aviones. Estos procedimientos permitirían operar con seguridad, aceptando serenamente riesgos razonables, pues establecían con detalle las técnicas a emplear, los mínimos meteorológicos y de estado de la mar, en el convencimiento de que cuando se violaran los procedimientos las cosas sucederían, y casi nunca buenas.

En 1982, después del ingreso de España en la OTAN, comenzaron a llegar nuevas publicaciones que fijarían la doctrina y procedimientos, aunque se separaban poco de las ya establecidas.
Desde 1983 hasta 1988, en el marco de una amplia y poco razonable reforma de la organización del Cuerpo, se cambió el nombre a la UOE para llamarla Comando Anfibio Especial (COMANFES) manteniendo aproximadamente la misma organización, pero su mando pasó a ser de Tte. Coronel, con un Comandante 2º Jefe, y ya dependiendo directamente del General del TEAR. (Nota 1.)
2.1. El Reclutamiento e Instrucción. 
Desde su establecimiento, la Unidad se nutrió de cuadros de mando y tropa del Cuerpo, voluntarios para servir en ella, que aceptaban los riesgos y peligros asociados a sus especiales cometidos.
La preparación específica en las necesarias técnicas y tácticas se fue desarrollando con el tiempo. Ya en 1958 había realizado el Curso de Mando de Unidades de OE el primer Oficial de IM, interrumpiéndose la asistencia a este curso hasta 1965, para continuar desde entonces anualmente. El primer Cabo 1º lo hizo en el año 1967. Posteriormente, fueron asistiendo al curso los Oficiales, Suboficiales y Cabos 1º procedentes de la UOE, o que irían a integrarse en ella.
El grueso de la Unidad lo constituía el personal de tropa procedente del reclutamiento obligatorio, los Cabos Especialistas y los Voluntarios Normales de compromiso más largo. El reclutamiento de este personal se hacía en el Centro de Instrucción de IM a donde se trasladaba un equipo de Captación, para convencer a los más decididos de las bondades de hacer el servicio militar en una Unidad a la que nunca olvidarían. Siempre hubo numerosos voluntarios, que debían pasar una selección previa antes de incorporarse a la Sección de Capacitación de la Unidad y poder lucir, desde 1967, la boina verde, que se declara reglamentaria en 1972, lo que supuso un impulso a la moral, a pesar de algunas voces en contra, que no creían necesaria ninguna distinción.
La vida en la UOE proporcionaba estímulos que la hacían agradable. En el año 1971 llegó el reconocimiento oficial a la especial preparación del personal de la UOE con la creación de la aptitud de Operaciones Especiales para tropa, lo que llevó consigo el ascenso a Cabo 2º a la finalización del Curso de Capacitación. Esto suponía que el empleo militar mínimo sería de Cabo 2º.

El Curso de Capacitación sentaba los cimientos, e inculcaba el espíritu necesario, para integrarse en la "casta guerrera" que era la Unidad, con su sólida camaradería y profesionalidad, y aunque su dureza y las bajas que en él se producían influía en la reducción del número de voluntarios, nunca faltaron jóvenes decididos a lucir la boina verde.
Con la llegada de la profesionalización de las FAS, se entra en otra fase en la formación de los miembros de la Unidad, pues la responsabilidad pasó a la Escuela de IM, en donde se desarrollaba el Curso de Aptitud de OE para Tropa, al que se integraban instructores de la Unidad.
Esta fase, supuso una reducción de efectivos, pues no se captaban suficientes voluntarios y algunos abandonaban el curso ante su exigente programa.  Esta reducción iba a suponer una mayor tasa de encuadramiento, pero a la vez iba preparando a la Unidad a la realidad de los cometidos de los Equipos Operativos de las unidades de OE modernas, que no requerían tantos efectivos como los que proporcionaban los Estoles para los cometidos habituales.
La Unidad convenció al mando de la necesidad de seguir avanzando en la especial preparación de sus componentes; de esta manera, se incrementaron el número de Oficiales y Suboficiales que asistían al curso de Operaciones Especiales, se continua con el de Esquí y Escalada, el de Buceador de Combate, Elemental, y Buceador Ayudante, Mando de Unidades paracaidistas, Básico de Paracaidismo de Tropa, salto de Apertura Manual, Señalador Guia, HALO/HAHO, Plegadores, FAC...además de las especialidades y aptitudes propias de Oficiales o Suboficiales, como Informática, artillería, comunicaciones, zapadores... a los que asistían los componentes de la Unidad, que pasaban a servir en otras unidades del TEAR llevando a ellas el espíritu de la UOE, y que a su regreso incrementaban el saber colectivo de la Unidad.
Con el paso de los años era evidente la influencia directa que el espíritu, estilo y técnicas de la UOE tenía en el resto de la IM; si las técnicas de instrucción de combate, de preparación física se extendieron rápidamente en las unidades del TEAR y la EAIM por los oficiales, suboficiales y Cabos 1º que habían servido en la UOE, no tardó tampoco mucho en extenderse el legítimo orgullo que imperaba en la UOE de pertenecer a un cuerpo de tropas varias veces centenario y de sentirse por encima de todo, soldado, cualquiera que fuera el empleo militar que se ostentase.

2.2. El armamento, material y equipo. 
El lograr el armamento, material y equipo necesario, requirió un esfuerzo continuo en el tiempo para justificar su necesidad, pero poco a poco se fue logrando. Desde su establecimiento, la Unidad fue equipada con el material en uso en el Cuerpo en aquellos años, así como otro heredado de la Compañía de Escaladores. Las nuevas peticiones para poder llevar a cabo sus cometidos fueron poco a poco atendidas, de esta manera llegaron las primeras embarcaciones IBS con sus bastidores y motores, sustituidas posteriormente por varios modelos de las más modernas Zodiac; nuevas mochilas y material para escalada, armas individuales y colectivas, munición y explosivos. El material de comunicaciones fue también mejorando en calidad con nuevos equipos que permitirían garantizar el enlace en una unidad que se empleaba habitualmente de forma dispersa.

Al final de los años 70 hubo un reorientación en el énfasis que se daba al adiestramiento, pues se ordenó que la Unidad se dotara de una mayor especialización y eficacia en los cometidos de Acción Directa. Esto supuso la llegada de nuevo armamento y equipo. Nuevas pistolas, subfusiles, silenciadores, fusiles de precisión, equipos de visión nocturna, nuevas embarcaciones y motores, uniformes, mochilas...etc.  El equipamiento de la Unidad parecía que empezaba a tener una prioridad más alta, aunque faltaba un apoyo decidido para dotarla del armamento, material y equipo especializado para el cumplimiento de sus cometidos.

2.3. La capacidad de buceo
La incorporación a la UOE de una magnífica unidad, como la Sección de Zapadores Anfibios con su exclusiva capacidad, supuso un significativo refuerzo y una servidumbre. La capacidad se derivaba de la utilización del material de buceo que se incorporaba al cargo de la Unidad procedente del CBA, celoso custodio de este material. La estricta reglamentación del buceo en la Armada obligaba a tener un título emitido por este centro para poder utilizar su material, lo que impedía que quien no lo tuviera, no pudiera adiestrarse en técnicas tan elementales como la natación de superficie.
Pero es que además el CBA se negó siempre a ceder a la UOE, para sus buceadores de combate del Estol de Zapadores Anfibios, los equipos de circuito cerrado, que son los verdaderamente útiles para las misiones de combate, que solo estaban disponibles para el adiestramiento de la UOE cuando ésta se trasladaba a Cartagena. Esta incomprensible oposición lastró el desarrollo de la capacidad subacuática avanzada de la UOE y afectó seriamente a su futuro.
Por supuesto que podría haberse dotado a la UOE con los medios necesarios y su mantenimiento hubiera sido un problema menor para la capacidad del TEAR. Es probable que Tritón, como dios mensajero de las profundidades marinas, pudiera revelar la razón de este permanente e injustificado rechazo del CBA que, en el mejor caso, solo puede atribuirse al arbitrario ejercicio de su autoridad sobre un asunto que consideraba de su exclusiva competencia.
La servidumbre consistía en estar disponible para realizar las comisiones que la Capitanía General de la Zona considerara que requerían la capacidad de buceo. Como contrapartida ofrecía, por ejemplo, la satisfacción de proporcionar ayuda humanitaria a personas en desgracia, o proteger a la navegación en aguas interiores. En el año 1983, con la creación de los Núcleos de Buceo de la Zonas Marítimas, desaparecen las misiones subacuáticas que tenía asignadas la UOE, constituyéndose el Estol de Zapadores Anfibios en el tercer Estol de Operaciones Especiales, manteniendo su capacidad de buceo.

2.4. La capacidad paracaidista 
La historia del paracaidismo también evidencia las dificultades que encontró la UOE en su evolución. Los primeros cursos de OE en la EMM de Jaca incluían el de mando de tropas paracaidistas, lo que llevó a dos Oficiales a participar en 1967 en el primer lanzamiento durante el ejercicio hispano-francés "Atlantide 67". Posteriormente se elevó al EMA una propuesta para reconocer esta aptitud en la UOE, propuesta que fue remitida a la Escuela de Guerra Naval, como órgano complementario del EMA, que recomendó rechazarla, pues no consideraba que fuera necesario emplear el lanzamiento paracaidista para que la Iª de Mª ocupara una cabeza de playa. Con este rechazo se llegó hasta el momento en el que la cuantía del personal titulado obligó a su reconocimiento formal individual, aunque no se reconocía a la UOE como unidad paracaidista, lo que remitía ad calendas grecas la posibilidad de dotar a la unidad con paracaídas.

Mientras tanto, se fue consiguiendo poco a poco el mantenimiento de la aptitud con las reválidas y con la incalculable y leal colaboración de la Escuadrilla de Zapadores Paracaidistas, con la se estableció una estrecha y duradera relación de camaradería. A la vez, se enviaba a la Escuela de Paracaidismo del EA a personal de la UOE para los cursos de especialización de señaladores-guías, apertura manual y plegadores.
Un hito fundamental fue el reconocimiento en 1980 para la tropa la Aptitud de Cazador Paracaidista, lo que supuso poder formar patrullas con oficiales, suboficiales y tropa a las que asignar cometidos tácticos. Esto marcó  un salto de calidad en la evolución de la UOE.
Todavía faltaba dotarla de paracaídas, por lo que para solventarlo, un Comandante de la Unidad acudió a la Brigada Paracaidista, que cedió un pequeño lote de paracaídas de apertura manual y automática, lo que permitiría los lanzamiento desde helicópteros de la Armada, teniendo lugar el primer salto en apertura manual en 1982.
En 1984, ante la evidencia de los hechos consumados, la Armada adquirió paracaídas para la UOE, lo que permitió descargar a la Escuadrilla de Zapadores del apoyo que prestaba, al contar finalmente con el material y el personal necesario para efectuar con seguridad los lanzamientos.

La llegada de trajes secos permitió también efectuar los primeros lanzamientos al mar y demostrar en ejercicios con los aliados el nivel de desarrollo que había logrado la UOE, como por ejemplo: cuando en un ejercicio con el SBS de la Iª de Mª británica se saltó de noche al mar desde un avión de la RAF para incorporarse a un submarino francés desde el que llevar a cabo una acción en la costa española; también demostró esa capacidad durante un ejercicio de la OTAN, con el lanzamiento táctico nocturno en apertura manual  de una patrulla de la UOE, con otra del 2º REP, sobre Cerdeña saliendo desde bases en Córcega.

2.5. El Adiestramiento. 
Para poder llevar a cabo los cometidos asignados la unidad llevaba a cabo un exigente adiestramiento que permitía conjuntar a los Estoles y a la Unidad como un todo. Había una continua participación en los ejercicios del Tercio de Armada así como con otras unidades del Cuerpo, y de las FAS españolas y extranjeras. Los ejercicios iban siendo cada vez mas exigentes en paralelo a las capacidades que iba adquiriendo la unidad. La UOE hacía buena la frase de Danton de: "Audacia, mas audacia, siempre audacia".  El ingreso en la OTAN supuso la consolidación y ampliación de experiencias anteriores con unidades especiales de los países aliados, entre otras: las unidades de reconocimiento del USMC, los SEAL, el SBS y los Comandos de la IM del RU, los Incursori italianos, el GROFUMACO y el 2º REP francés.
Este exigente adiestramiento y los riegos asociados llevó consigo en ocasiones graves lesiones o la perdida de la vida. El ejemplo del sacrificio y el recuerdo de quienes las sufrieron, o habían entregado su vida en acto de servicio, estuvieron siempre presentes en la UOE.

2.6. Las Operaciones.
Desde su establecimiento, la UOE tomó parte en todas las operaciones que demandaran una unidad con una especial preparación; ya en el año 1969 participó en la evacuación de Guinea Ecuatorial y en la retrocesión de Sidi-Ifni a Marruecos. En la década de los 70 en la preparación y apoyo a la evacuación del  antiguo Sáhara Español en el ario 1974, y las operaciones de evacuación en el año 1975. La transición a la democracia también vio a la UOE participando en sucesivas operaciones de seguridad interna en el norte de España. A principios de los 80 una crisis en Guinea Ecuatorial requirió la activación de la Unidad, que en 1981  de nuevo se activó para una operación en las aguas de soberanía del Estrecho y preparar la ocupación de unas lanchas lanzamisiles de un país islámico.

A partir del año 1996 un equipo operativo de la UOE estuvo destacado en la ex-Yugoslavia, formando parte del contingente de IM incorporado a fuerza de la OTAN allí desplegada. Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, equipos operativos de la Unidad participaron regularmente en las Operaciones de Interdicción Marítima a bordo de buques de la Armada en aguas del Océano Indico y el Mediterráneo. En 2002, la UOE también fue activada durante la crisis de la Isla Perejil.
En 2006 un destacamento de la UOE participó en la Misión de Naciones Unidas en el Líbano, formando parte del contingente de Infantería de Marina de apoyo a FINUL, y en esa década pasada, proporcionó a la operación de la UE en BiH la base para la constitución de una LRRP. Haití e Irak también vieron operar allí a sus destacamentos. Se podría concluir que durante su vida activa, la UOE acumuló una significativa experiencia en operaciones y ejercicios que facilitaron su consolidación como una extraordinaria unidad de Operaciones Especiales.

3. LA FASE DE PLENITUD.
En 1996, como consecuencia del Plan E01 IM (A), se establece la estructura de Brigada en el TEAR, que encuadra también a la UOE, que vive hasta el año 2009 su Fase de Plenitud, pues es ya considerada, según los estándares de la OTAN, como de OE, confirmando su importancia y la de los cometidos que desempeñaba, tanto en el nivel estratégico, operacional o táctico, que se resumían en Reconocimiento Especial, Acción Directa y Cometidos Colaterales. Solamente faltaba la certificación de sus capacidades.
Todas las experiencias en operaciones y ejercicios realizados durante años y los esfuerzos doctrinales, que incluían la asimilación e implantación de las últimas publicaciones aliadas de Operaciones Especiales, permitieron la plenitud operativa de la UOE y el convencimiento de que se había logrado el objetivo de tener una magnífica unidad de Operaciones Especiales, sin rival en las FAS españolas; solo faltaba un decidido apoyo para que la Armada completara su dotación de los medios de infiltración necesarios para su empleo y equipara a la unidad con medios modernos adecuados a sus cometidos, cosa que a menudo se escatimaba.
En la biblioteca de la veja UOE dormían dos publicaciones obtenidas en alguna colaboración con los SEAL, denominadas NWP15 "Naval Special Warfare" y su derivada "SEAL Teams in Naval Special Warfare", cuyo análisis evidenciaba muy pocas diferencias con la doctrina alidada de OE, solo que las particularizaba para el ámbito de la US Navy.
Convine recordar que los SEAL Team, surgen en la Marina de los EEUU, derivados de las unidades UDT, para hacer frente a la necesidad de disponer de fuerzas especiales orgánicas, sin tener que recurrir al U.S. Marine Corps, que orgánicamente no es de la U.S. Navy, al contrario que en España, cuya Infantería de Marina es el cuerpo de tropas orgánico de la Armada.  
Pues bien, en el año 2000 este concepto de  GNE se empezó a trasladar a la Armada para definir su contribución a la exigencia de fuerzas especiales conjuntas, y sancionaba para la UOE del primer decenio de este siglo, las misiones y cometidos que ya venía realizando, y bastante bien, por cierto. Solo le faltaba la capacidad avanzada subacuática que seguía siendo negada por el CBA con contumacia, y con la que solo contaba la UEBC. Podría haber sido muy fácil que la UOE hubiera logrado esa capacidad antes del 2000 si se hubiera contado con el apoyo decidido a sus propuestas, pero no fue así.
La principal novedad del concepto de la GNE para la Armada era doctrinal, pues suponía su reconocimiento como una área más de guerra en las operaciones navales, al nivel de la AAW, ASW...; aunque en síntesis no fuera más que las tradicionales OE, cuya doctrina estaba más que asentada, pero particularizadas para el ámbito marítimo. Además permitiría hacerla valer en las operaciones conjuntas como doctrina propia, a las que la Armada contribuía, aportando Tácticas, Técnicas, Procedimientos, plataformas de inserción navales y aéreas, y un Sistema de Mando y Control en tierra o embarcado.
Podemos afirmar que la Armada sabía que tenía necesidad de una capacidad de Operaciones Especiales, pero al parecer, tenía otras prioridades, por lo que hubo que esperar a septiembre de 2001 para que en su viaje a Damasco, se cayera del caballo y al ponerse en pie descubriera el mundo que se abría, y se diera cuenta de que contaba con una unidad lista para  ser empleada en el nuevo escenario, con alto nivel de adiestramiento y un fuerte espíritu, a la que había que apoyar con decisión.
Finalmente, la aprobación del concepto incluyó el establecimiento de un Mando, COMNAVES, inicialmente en el CG de la Flota, para coordinar la Unidad de Operaciones Especiales y la UEBC. El traslado de este mando a Cartagena en 2007 llevó consigo concentrar  allí, con carácter rotatorio, un equipo operativo de la UOE, del que tendría el control de su preparación. Además supuso su participación en las fases de preparación, certificación y activación del SOCC que lideraba España para la NRF 9, constituyendo la UOE la base del SOTG liderado por la Armada. Estas actividades certificaron el reconocimiento de la UOE como una unidad de OE con los estándares de la OTAN.
Pero en la posterior implantación del concepto de GNE  se impulsó una solución que supondría la creación de una nueva unidad,  fundiendo la amplia gama de capacidades que por tierra, mar y aire aportaba la UOE, con las avanzadas de buceo que proporcionaba la UEBC. Esta fue una innecesaria solución, pues había mejores alternativas que no hubieran supuesto la disolución de la UOE, pero que no contaron con los apoyos necesarios y cuya razón es de sobra conocida por quienes tuvieron que trabajar en este proceso. Además, de todo esto, el estacionamiento de la nueva unidad en Cartagena y el nuevo esquema de reclutamiento e instrucción de sus componentes, contó con la fundamentada y leal opinión en contra de muchos mandos del Cuerpo, pero una vez tomada la decisión se aceptó con la disciplina que caracteriza a la Infantería de Marina.
Total, que en mayo de 2009 se crea, con apoyo absoluto de la Armada, encuadrada en la Fuerza de Infantería de Marina, la llamada Fuer­za de Guerra Naval Especial, en la que se disuelve la Unidad de Operaciones Especiales, que al abandonar el  Tercio de Armada genera la nueva Unidad de Reconocimiento de la Brigada de IM, que en el año 2012 se transforma en la Compañía de Reconocimiento y Adquisición de Blancos.

4. CONCLUSIONES
1. La evolución de la UOE hasta llegar a ser una moderna unidad de OE fue larga y no exenta de serias dificultades, con el apoyo de pocos y la incomprensión de muchos.
2. Los Comandantes de la UOE, en los 43 años de su historia, sufrieron muchas veces ellos solos los efectos de esa incomprensión, pero supieron conducirla con determinación a las más altas cotas de eficacia y prestigio, escribiendo una brillante página en la centenaria historia del Cuerpo.
3. Gracias al esfuerzo sostenido de todos los componentes de la UOE, la Armada pudo establecer la nueva FGNE, al encontrarse con una magnífica unidad, con un alto grado de preparación y un excelente espíritu; y esto no es una pequeña gesta.
4. Todos los que servimos en la vieja UOE no dudamos que la FGNE, como sucesora directa de la UOE y por tanto heredera de su espíritu,  tradiciones e historial, mantendrá y acrecentará este importante legado, que también comparte con la Compañía de Reconocimiento del TEAR.
5. El período de paz prolongada que ha vivido España durante la existencia de la UOE no estuvo exento de períodos de crisis y tensión, en los que demostró su permanente disponibilidad y eficacia. La prueba final no llegó, es cierto, pero en caso de que hubiera llegado, la UOE, sus boinas, habrían  marchado impertérritos al combate, haciendo honor al lema de "Valientes por tierra y por mar" y cumpliendo con el mandato de la historia del Cuerpo de IM de "vencer o morir". 


Nota 1.
Durante mi destino en el EMA (1982-1984),  colaboré con la Comandancia General en asuntos que afectaban a la reforma que el COMGEIM quería hacer en el Cuerpo. Una de las colaboraciones fue estudiar la reorganización de las unidades de buceo, pues el Centro de Buceo de la Armada (CBA) estaba tratando de asignar a la UEBC cometidos de Incursiones Anfibias propios de la UOE y convertirla en algo equivalente a los "SEAL". El estudio de los orígenes de las unidades de buceadores era fundamental, y por lo tanto buscar los documentos relevantes en el archivo de la División de Orgánica para elaborar una Moción del COMGEIM al AJEMA con el propósito de corregir el Reglamento de Buceo y definir con claridad los cometidos de la UEBC. Aquello no iba a ser fácil.
En marzo de 1983 tuvo lugar la reunión con el jefe del CBA, el del CIB, y un Capitán de Navío de la DIENA. La Comandancia General tenía suficientes evidencias del intento de la UEBC de efectuar todo tipo de incursiones anfibias, sin limitaciones, lo que incidía directamente en los cometidos de la UOE. Esto se evidenciaba en el proyecto del nuevo Reglamento de Buceo. Además, había un sentimiento generalizado del abuso hecho en el CBA con la Infantería de Marina, motivado por la sucesión de mando en este centro, que supuso que la UEBC "Comandante de IªMª Gorordo" dejara de ser de un mando de infante de marina, evitando de esta forma que pudiera estar en la línea de sucesión del jefe del CBA - un oficial del Cuerpo General- como ya había sucedido en la Flotilla de Aeronaves, lo que había forzado a todos los Oficiales de IM a pedir  la baja en el servicio de vuelo.
Aquello era una incomprensible manifestación de la arbitrariedad que reinaba en la Armada de la época, y una muestra de su incapacidad para integrar dignamente en sus estructuras a los oficiales de Infantería de Marina, olvidando, de una vez por todas, el absurdo concepto de la preeminencia de los oficiales del Cuerpo General, que para todo valen. La otra complicación venía de que el CBA dependía directamente del Capitán General de Cartagena, miembro del Consejo Superior de la Armada, mientras que el COMGEIM no lo era -otra increíble arbitrariedad- y, en consecuencia, la UOE se perdía en tres niveles orgánicos subordinados y no contaba con ningún representante del Cuerpo en el Consejo. Además el problema también residía en que algunos infantes de marina destinados en el CBA apoyaban, por intereses particulares, las propuestas que iban contra los intereses del Cuerpo.
La "Moción" que se preparó sirvió de base para la postura de los representantes de la IM en la reunión con los representantes del CBA. En la posterior reunión con ALPER y COMGEIM no quedó muy clara la postura que expuso el Jefe del CBA, aunque se acordó que la COMGEIM informaría sobre el borrador final, para ver si cumplía con sus reclamaciones. De nuevo los representantes del Cuerpo General volvían "a hacer trampas en el juego". Los años demostraron que el conflicto no se había solucionado.
Otra colaboración fue un estudio sobre la transformación de la UOE en una unidad de "Comandos", a la que la COMGEIM quería llamar COMANFES (Comando Anfibio Especial. Mi propuesta era un pequeño paso adelante, e incluía la creación de una unidad de reconocimiento terrestre en el TEAR, dejando a la UOE, dependiendo de GETEAR, para realizar solo operaciones especiales y reconocimientos anfibios. Redacté un documento con directrices sobre sus capacidades, cometidos y organización, que necesitaría revisión, aprobación y elaboración detallada en el TEAR y en la JURE. Mantenía los tres Estoles, con algún refuerzo, y la opción de un cuarto, uno de ellos de Zapadores Anfibios, además de un Estol de Plana Mayor y Servicios reforzado, incrementando el personal de las Secciones de la Plana Mayor y Mando, y el de comunicaciones y servicios.

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