lunes, 24 de diciembre de 2012

LAS BAJAS


El reconocimiento del estatus de Palestina como Estado Observador en las Naciones Unidas es una buena noticia, pero ha sido recibida por el cinismo habitual del doble rasero de los EEUU, pues a la oposición a su aprobación en la ONU le han seguido declaraciones alarmistas cuando inmediatamente Israel ha anunciado -en flagrante ilegal represalia- que construirá mas asentamientos en Cisjordania, como si no fuera predecible la reacción de Netanyahu ni que no la conocieran de antemano. En fin, que tanto hablar de las bondades de la diplomacia para la resolución de conflictos para luego negar a Palestina su presencia en el principal foro mundial para ello; es como decir: "la diplomacia internacional no le sirve a usted, y lo que tiene que hacer es sentarse a hablar con su vecino, aunque tenga una pistola de grueso calibre debajo de la mesa". Si a eso no se llama cinismo ya me dirá usted que nombre le damos. Al menos la diplomacia de los EEUU y Egipto nos evitó el espectáculo de contemplar la aplicación en Gaza de las depuradas técnicas postmodernas israelíes de combate urbano, en las que las bajas -como de costumbre- las pone el lado palestino.
          El estudio de la historia militar nos evidencia que las guerras del siglo pasado fueron realmente sangrientas en comparación con los conflictos actuales de cuarta generación, en los que las sociedades occidentales tratan de minimizar las bajas, por haber un límite mucho más estricto a su aceptabilidad, lo que nos pone en perspectiva los sufrimientos en los conflictos de hoy en día, no por ello menos crueles.

En una estancia en el Peloponeso, en tierra de los mesenios -que ya habían conocido los métodos de opresión de sus vecinos y dominadores espartanos- un amigo me prestó un magnífico libro sobre la vida militar de un Oficial Británico llamado John Masters: "A bugler and a tiger". Los aficionados a la historia militar tenemos ocasión de acudir a fuentes primarias como son las memorias de los variados actores de los conflictos, que pueden variar desde las más formales de responsables de alto nivel hasta los recuerdos de los que forman en las filas de los ejércitos. Las primeras no pueden evitar tener un tono justificativo, mientras que las segundas reflejan lo que significa la guerra para quien la vive en escalones bajos y suelen reflejar los sufrimientos asociados a la ejecución de las órdenes.
          En su primer volumen "A bugler and a tiger" John Masters  nos relata como un joven británico llega a convertirse en un oficial profesional del Ejército, desde su formación en la Academia Militar de Sandhurst hasta su destino de Teniente al mando de una Compañía de  Gurkhas en las operaciones de policía en la frontera de Afganistán en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. La vida regimental en el viejo Ejercito de la India queda ilustrada con gran detalle al relatar las tradiciones y régimen interior de un Regimiento británico:   2ª Batallón, "Duke of Cornwall Light Infantry", y las particulares en su posterior destino en una unidad de Gurkhas nepalíes: el 2º Batallón del 3º Regimiento del "Prince of Wales Own Gurkha Rifles". Si algo evidencia la lectura es sin duda la magnífica escuela que suponía el servicio en ultramar.

 
 
En el segundo volumen "The road past Mandalay"  John Masters nos describe sus experiencias en la campaña de Birmania durante la Segunda Guerra Mundial; primero desde su puesto de Jefe de Estado Mayor de una Brigada de "Chindits" y luego del de Jefe de una de las Brigadas de esta fuerza.
El autor consigue que la atención del lector se agudice cuando refleja los momentos del contacto con el enemigo; es decir: cuando se arriesga la propia vida en el cumplimiento de órdenes directas. El sufrimiento se describe con detalle en estas memorias, no solo el físico sino también el psicológico que juntos o por separado pueden llevar a los que lo padecen a su punto de ruptura emocional.
En la obra se puede apreciar bien los riesgos que hay que asumir para tener éxito en la guerra, así como las difíciles  decisiones que hubo que adoptar en esa campaña, incluyendo los "tiros de gracia" a sus propios hombres, para ahorrarles una terrible agonía o, peor aún, caer prisioneros del Ejército Japonés, al no poder transportarlos con la fuerza a través de la selva birmana en medio de terreno ocupado por japoneses.
No siempre se puede encontrar en las memorias de oficiales de nivel bajo o intermedio una tan equilibrada combinación del ambiente de combate y una cuidada descripción de las operaciones, lo que John Masters consigue ampliamente, haciendo muy amena e interesante la lectura de los dos volúmenes de la historia de su vida militar.
Cuando estoy a punto de cerrar estas líneas leo que Netanyahu, para "animar el debate", declara que Jerusalén ha sido la capital de Israel en los últimos  3000 años. Confío que lo aclare en la siguiente entrega, tanto a nosotros como a todas las naciones que mantienen sus Embajadas en Tel-Aviv, ya que Vespasiano y Tito no se van a incorporar al debate. Me temo que en Oriente Próximo va a seguir habiendo bajas.
 
 
 

sábado, 28 de abril de 2012

EL CEMENTERIO DE PRAGA

       Finalizo la lectura de la edición italiana de la última obra de Umberto Eco “Il cimitero di Praga” …”E che diamine, non sono ancora un rammollito”,  con el convencimiento de haberlo hecho de una gran obra, no solo por la original perspectiva con la que presenta algunos importantes acontecimientos europeos del siglo XIX, sino también por su original estructura de folletín decimonónico profusamente ilustrada con abundantes láminas de la época.
   Con sus avances y retrocesos cronológicos, Eco te obliga a mantener la atención en la trama y en tratar de comprender a los dos personajes claves, que al final resultan ser una misma persona producto de la personalidad bipolar del protagonista principal: el capitán Simonini, un falsificador, asesino, misógino y antisemita furibundo, cuyo lema es “odi, ergo sum”.
      La lectura de las obras de Eco no te dejan indiferente, lo he apreciado con su  “L’isola del giorno prima”, “Baudolino” y con su introspectiva obra “La misteriosa fiamma della Regina Loana”. Su última creación tampoco te defrauda, pues está muy bien documentada y ambientada, y te presenta varios  acontecimientos importantes de la historia europea, como la garibaldina “Expedición de los Mil”, que contribuyó a precipitar la unidad italiana y de la que narra la improvisación, desorganización y entusiasmo de los “camisas rojas”. La guerra franco-prusiana también le ayuda a presentar a la sociedad francesa de la época de la caída del Tercer Imperio, con sus sociedades secretas, la masonería, las conspiraciones  y el episodio final de la comuna de Paris.
     Eco presenta con gran imaginación, no exenta de realismo, el papel de las conspiraciones y falsificaciones, que si muestran una trama atractiva y directa, pueden mover las conciencias de los pueblos y forjar el destino de las naciones.  En la historia hay abundantes muestras de estas falsificaciones  documentales y no podría faltar, en consecuencia, la visión de Eco del papel del antisemitismo y la masonería en las conspiraciones del siglo XIX, que forman parte del núcleo de la obra.
      Su interpretación de la génesis de “Los protocolos de los sabios de Sion” y la forma como se construye la trama, demuestra que hábilmente hecha pública y repetida acaba aceptándose como verdad, o al menos sembrar dudas sobre su falsedad. Los protocolos fueron publicados en forma de libro por Sergei Nilus, en 1903 en Rusia. Su lectura inspiró muchos pogroms; fueron aceptados por Hitler, con consecuencias ya conocidas, y sirvieron para sustentar en España la conocida y repetida “confabulación judeo-masónica”.
      El “affaire Dreyfus”, es uno de los acontecimientos que sirven para presentar la obsesión antisemita del protagonista y presentar las raíces profundas del antisemitismo, que tuvo en Vichy su último episodio, con cicatrices aun no cerradas en Francia y que según Bernard-Henri Lévy es uno de los sucesos “qui continuent de separer les famillies idéologiques et politiques.”
      Sorprende la excursión de Eco en el mundo de las sectas satánicas, que complican un poco la trama sin que despierte suficiente interés nada más que para los seguidores de estos temas. Yo, con pensar en un aquelarre galaico ya tengo bastante de Mefistófeles y sus secuaces, pero por lo de “meigas fora” recitaré algunos versos del conxuro mientras sorbo unos tragos de queimada:

    Mouchos, curuxas, sapos e bruxas;
    demos, trasnos e diaños,
    espritos das neboadas veigas;
    corvos, pintigas e meigas…



jueves, 15 de marzo de 2012

VISITA MÉDICA

    Hay que remontarse al siglo V a.c. para recordar la más famosa presencia persa en el Mediterráneo y de consecuencias más duraderas. Recientemente este mar ha recibido otra “visita médica” con las dos apariciones en los últimos años de unidades de la Armada de Irán llevando a cabo misiones de presencia naval de bajo perfil y alta visibilidad, pues su capacidad naval no impresiona a nadie, ni siquiera creo que lo haga a sus propios oficiales; eso sí, el componente mediático de la misión ha sido lo más importante en estos momentos de escalada verbal de amenazas en Israel y EEUU. Las unidades iraníes abandonaron el Mare Nostrum una vez conseguido su impacto en los medios occidentales.
    
También hace unos años, en concreto el día 7 de Agosto de 1981, una Escuadrilla de  Lanchas Lanzamisiles iraníes compuesta por las “Tabarzin”  “Khanjar” y “Neyzev” entraba en el puerto de Cádiz, donde tenían una escala programada en su tránsito hacia Irán. El día 14, cuando se encontraban a cinco millas de Cádiz, inesperadamente, un grupo de iraníes que había previamente secuestrado un remolcador abordó la “Tabarzin” llevándosela al puerto marroquí de Tánger. Los asaltantes pertenecían al grupo monárquico anti-ayatola “Azadegan” que al parecer estaba dirigido desde Irán por el General retirado Bahran Aryana.

En la noche del 14 de Agosto se preparó una operación para garantizar la seguridad de las aguas territoriales españolas y evitar nuevos secuestros de buques, en este caso, de las lanchas “Khanjar” y “Neyzev” fondeadas en la bahía de Algeciras. Los iraníes aceptaron la invitación de las autoridades españolas de atracarse en Algeciras y pidieron protección. Una vez en puerto, los contactos con sus oficiales revelaron la extensa formación occidental que habían obtenido en la Escuela Naval francesa o alemana, así como varios cursos de especialización en Europa, y manifestaban su vehemente deseo de regresar a Irán para concluir lo antes posible la 1ª Guerra del Golfo contra Irak.

Los asaltantes-piratas a bordo de la “Tabarzin” se entregaron finalmente a las autoridades marroquíes y posteriormente a las francesas, que los liberaron. La lancha fue devuelta a Irán. Para entender mejor esta “french connection” conviene recordar que las lanchas habían sido construidas en Francia y que el ayatola Jomeini volvió a Irán en vuelo de Air France desde Paris, en donde gozaba del asilo político concedido por el presidente Giscard D’Estaing a la vez que planeaba el derrocamiento del Shah y dirigía la revolución. Ya se sabe: “el interés nacional”, que Giscard también mostró con su escaso apoyo a la lucha contra ETA.

Desde las Guerras Médicas la geopolítica dicta a Irán la necesidad de estar presente como actor y potencia regional en los asuntos de Oriente Próximo; en la actualidad, no solo con su diplomacia y con la presencia naval sino también por medio de otros actores estatales como Siria y otros como Hizbollah en Líbano y Hamas en la franja de Gaza. Esta última organización, sostenida por Irán, ha continuado ejerciendo presión sobre Israel por medio del lanzamiento de cohetes en cantidad creciente y con la respuesta habitual de ataques aéreos israelíes. En los últimos días se han lanzado cerca de 200 cohetes sobre Israel, que reconoce 22 heridos, pero a la vez presume de la interceptación con el sistema antimisil “Iron Dome” del 90% de los cohetes dirigidos a sus ciudades, lo que parcialmente desmonta algunos de los argumentos acerca de las indefendibles fronteras de 1967.

Veinte años han ya pasado desde el incidente de las lanchas y sus oficiales, si han sobrevivido a las convulsiones revolucionarias, habrán visto el bajo perfil de la presencia naval de su país en el Mediterráneo y la amenazante retórica hacia sus vecinos y hacia Occidente, en particular a Israel, mientras trata de ocultar y desmentir, con poco éxito, la existencia de un programa para dotarse de armas nucleares.

Dice el presidente Obama que la ventana de la diplomacia esta aún abierta, pero se está cerrando. Confiemos no tener que llegar a la Tercera Guerra Médica  

viernes, 24 de febrero de 2012

KUT-AL-AMARA

    La proximidad del Centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, con sus más de veinte millones de bajas, anima a iniciar el repaso de sus principales acontecimientos y campañas, a lo que ayuda las nuevas publicaciones que en cantidad creciente van apareciendo a medida que se acerca el aniversario del atentado de Sarajevo.  De las campañas de la guerra algunas están suficientemente documentadas con análisis, relatos e incluso novelas históricas, otras, en cambio, han pasado casi inadvertidas, como la de Mesopotamia, que no fue menos sangrienta y cruel que las del continente europeo.

  He acabado recientemente la lectura del libro de Patrick Crowley, Kut 1916, Courage and Failure in Iraq. El libro, magníficamente escrito y de amena lectura, relata una historia de serios errores, sacrificio, cautividad, evasión y escape, explicando los detalles de las acciones principales usando el sistema actual de análisis de operaciones. El autor tiene la habilidad de introducirte en el foco de acción y como Oficial de Infantería sabe expresar con precisión los padecimientos del combatiente de primera fila.
Reconquista de Kut-al-Amara ,27 Febrero 1917.
    La campaña de Mesopotamia de los aliados empezó en 1914 y tenía como objetivo el asegurar los campos petrolíferos de Shatt-al-Arab y Basora. Al principio tuvo bastante éxito, pero el avance  de las fuerzas  británicas hacia Bagdad evidenció importantes deficiencias en el mando, adiestramiento, equipo y apoyo logístico. Como consecuencia, el 29 de Abril de 1916 el Ejército Británico sufrió una de las peores derrotas de su historia militar con la rendición a los turcos de las fuerzas del General Charles Townshend que defendían Kut-al-Amara, lo que llevó a la cautividad a 13.000 hombres del Ejército Británico y del de la India. Estas fuerzas encuadradas en la 6ª División, incluían  cuatro Brigadas de Infantería y dos Escuadrones de Caballería, además de las unidades de apoyo.

MG Charles Townshend
    El libro de Patrick Crowley desvela que el Rey de España Alfonso XIII intentó mediar con las autoridades turcas para liberar al General Townshend de su internamiento, lo que motivó mi interés por conocer los detalles después de ver un programa de televisión dedicado a estas mediaciones reales durante la Gran Guerra. El Servicio de Heridos y Prisioneros de la Secretaría Particular del Rey fue el organismo encargado de estas gestiones, y sus  documentos se encuentran hoy en el Archivo del Palacio Real de Madrid, en donde encontré una extraordinaria amabilidad y deseos de apoyo. La tarea de poner en orden estos documentos es ingente y solo ha comenzado. Unas cifras parciales pueden ilustrar la tarea: hay 49 cajas con 6951 expedientes de heridos y prisioneros ingleses, y 418 cajas con 111.870 expedientes de franceses y eso es solo una parte de la documentación custodiada.

    En mi primera visita salieron a la luz algunos documentos sobre la petición de gestiones al Rey dirigidas al Conde de Romanones, a la sazón Presidente del Consejo de Ministros, por lo que serán necesarias algunas visitas más al archivo para conocer la historia completa.
MG Charles Townshend como prisionero de guerra
    Los expedientes de heridos y prisioneros británicos permitieron familiarizarme con la tarea y comenzar con la lectura de las primeras cartas de madres, padres, esposas, hermanos, parientes, miembros del Parlamento, nobles…etc, que se dirigen al Rey para que les ayude a  localizar a sus familiares desaparecidos.

    La lectura de las cartas no te dejan indiferente y mueven a la compasión al ver manuscritas expresiones de angustia y dolor por la ausencia de noticias de seres queridos, desaparecidos en combate; frases como: I am helpless to look for my dear son myself and can only rely on other kindness to help me... I have made inquiries through the press, the war office, the Red Cross and everywhere I can think about, all to no use as yet...;   otra carta termina: …for this suspense is dreadful to bear; en otra se pide al Rey: …asking you in the name of God for a heart broken mothers´ sake to have inquiries made for my son...

    Para darse una idea de las dimensiones de la tragedia, conviene recordar que de las 3.190.000 bajas sufridas por el Imperio Británico durante la Primera Guerra Mundial, 191.652 corresponden a prisioneros y desaparecidos, así como que la correspondencia entre el Reino Unido y Alemania estaba prohibida. En Kut-al-Amara y en la posterior cautividad perecieron 5476 hombres de su guarnición.

    Todos los años en el Remembrance Day se leen en el Reino Unido los populares versos escritos por Laurence Binyon en homenaje a los caídos en las diversas guerras; aquí quedan como homenaje al valor demostrado por británicos y turcos caídos en Kut-al-Amara.
They shall grow not old, as we that are left grow old,
Age shall not weary them, nor the years condemn.
At the going down of the sun and in the morning
We will remember them.

domingo, 29 de enero de 2012

SAN ANDRÉS DE LOS FLAMENCOS

    En los años sesenta tuve la ocasión de vivir en el Barrio de Salamanca de Madrid en donde alguna vez acompañé a mi madre a misa a la Iglesia de San Andrés de los Flamencos, en cuyo altar mayor lucía el espléndido cuadro de Rubens “El Martirio de San Andrés”.  
    Recientemente leí en la prensa que la Fundación Carlos de Amberes exponía “La orden del Toison de Oro” en sus instalaciones y hasta allí me trasladé en una fría mañana, encontrándome  que tenía su sede en la desacralizada Iglesia de San Andrés tras haber sido remodelada para adaptarla a los fines de la fundación, pero manteniendo el Rubens en el antiguo altar mayor.

EL MARTIRIO DE SAN ANRÉS. RUBENS

    La exposición presenta de forma cronológica los orígenes y el desarrollo de la Orden, haciendo hincapié en el papel jugado por la Monarquía Hispánica, tanto de la Casa de Austria como la de Borbón, e incluyendo retratos de algunos monarcas con los que los españoles no estuvieron particularmente satisfechos, como Fernando VII e Isabel II.
    El nombre de la orden evoca, como ejemplo caballeresco, el heroísmo de Jasón y los Argonautas al ir en busca del vellocino de oro.  La muestra evidencia con amplia simbología la estrecha relación entre el arte y la representación del  poder y autoridad de los soberanos de la edad moderna y contemporánea.
     El componente principal de la exposición, además de los bronces  de los Leoni y una selección de piezas de artes decorativas, armaduras renacentistas y libros miniados, son las obras de Rubens, Velázquez, Carreño de Miranda, Antón Rafael Mengs, Goya y Sofonisba Anguissola.



       La muestra nos enseña que la orden del Toisón de Oro fue fundada por Carlos de Borgoña en 1140 y que debido al cambio de dinastía en España,  con la llegada de la casa de Austria con Felipe el Hermoso, sus soberanos pasaron a ser los reyes de España. Es decir, que la orden de más prestigio y exclusividad española es de origen borgoñón. Es sabido que Borgoña es parte de Francia y que solo en un corto periodo de tiempo  fue territorio de la Monarquía Hispana; de hecho, al fallecer Carlos II de España y ser nombrado rey a Felipe de Anjou, éste se apresuró a reclamar a su abuelo la titularidad de soberano de la orden. Por su parte, el archiduque Carlos reclamó tambien la orden cuando se convirtió en emperador, por lo que en la actualidad, coexisten la rama austríaca y la española, aunque la razón y el derecho asisten a la española.

       La exposición merece visitarse, aunque la mayor parte de lo que presenta es bien conocido por los amantes del arte, pero se agradece verlo reunido en una exposición temática. En síntesis, es un breve recorrido artístico por la historia española, la de sus monarcas y soberanos de la Orden de los siglos XVI al XX, y de alguno de los personajes honrados con esta alta condecoración.
      En conclusión: un aliciente más para pasear por el barrio de Salamanca, recordar viejos tiempos, hacer alguna compra en la remodelada calle de Serrano y disfrutar recordando un aspecto de nuestra historia, ahora que está de actualidad con la imposición de la orden al Presidente de Francia Nicolás Sarkozy.